¿Vintage, Retro o Segunda mano?
¿Prendas vintage, retro o de segunda mano?
No es lo mismo hablar de vintage, retro o segunda mano. Conoce de qué trata cada una de estas opciones para que tus compras sean sustentables.
Pero, ¿es lo mismo hablar de prendas vintage, retro o de segunda mano? ¿Son todas estas alternativas sustentables? Estos tres conceptos, si bien son parte de un mismo universo –el de la ropa usada y fuera de temporada–, parecieran hablar de lo mismo pero tienen algunas diferencias que las hacen únicas, y aquí te mencionamos cuáles son.
¿Qué es la ropa vintage?
Cuando hablamos de ropa vintage nos
estamos refiriendo a
prendas que fueron realizadas –y vividas– en años o décadas anteriores y que
cobran valor con el tiempo. Una prenda vintage mantiene las características
originales con que esa prenda u objeto fueron hechos: los textiles,
terminaciones, la paleta de color y sobre todo la calidad usada para la
confección en aquella época. Así es que una buena pieza vintage mantiene
vigente el resplandor y el encanto de aquél momento en el que fue hecho, porque
cuando uno compra vintage, no adquiere solamente ropa sino que también la
historia y el contexto de donde viene.
A diferencia de la ropa vintage, se llama retro a una prenda que está inspirada en una década o época particular de la moda pero que fue confeccionada en la actualidad. Innumerables son los ejemplos que hay sobre marcas que recrean piezas vintage en sus colecciones actuales, usando géneros y terminaciones actuales, haciendo que el valor de la prenda recaiga únicamente en lo estético. Así, una prenda retro evoca a una prenda vintage, haciendo referencia a sus materiales, siluetas y combinación de colores desde una mirada actual.
¿A qué se denomina ropa de segunda mano?
La ropa de segunda mano se refiere a aquellas prendas actuales o únicas que fueron usadas previamente por otra persona. En los últimos años, las tiendas que venden este tipo de ropa han cobrado un gran protagonismo siendo una alternativa con beneficios sustentables tanto para quienes buscan descartarse de prendas como para quienes desean renovar sus guardarropas. La idea detrás de este tipo de iniciativa es la de extender la vida útil de las prendas, que son minuciosamente seleccionadas para asegurar la calidad y el buen estado de las mismas, y lograr en el consumidor una experiencia de compra más consciente.
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